Adoración nocturna

GENESIS DE LA ADORACIÓN NOCTURNA

​La Adoración Nocturna tuvo origen desde los primeros tiempos del Cristianismo. Los cristianos de aquella época celebraban por lo general sus reuniones protegidos por las sombras de la noche; se agrupaban en derredor de las tumbas de los Apóstoles o de otros santos mártires, en donde los sacerdotes celebraban la Santa Misa en la cual se les impartía la Sagrada Eucaristía que recibían después de adorarla. Los romanos, que eran en extremo supersticiosos, veían con temor el lugar donde se depositaban a los muertos, por lo cual, hasta cierto punto estaban seguros los primitivos cristianos dentro de las catacumbas, que eran los panteones de sus mártires, en donde penetraban amparados por la obscuridad de la noche, teniendo precaución de salir antes del amanecer.

Desde su institución, la Sagrada Eucaristía ha recibido incesantemente cultos de adoración, inclusive las horas de la noche, particularmente en las comunidades de religiosos, aunque con diversas prácticas anexas a sus respectivas reglas.

Nacen la “vigilias” de Adoración Nocturna en la línea de las tradicionales vigilias nocturnas de oración desde los primeros tiempos cristianos, que se celebraban en las vísperas de las grandes fiestas litúrgicas y en las noches precedentes a los domingos, todas ellas inspiradas en la Vigilia Pascual de la Resurrección (“madre de todas las vigilias”, como la llamaría San Agustín). Estas “vigilias” de oración fomentan la actitud cristiana fundamental del espíritu de vigilancia porque el Señor viene, está pasando… también cuando es de noche. “Dichosos los siervos a quienes el Señor, al volver, los encuentre en vela…” (Lc 12, 38). Y esto lo viven tanto almas contemplativas en el claustro o monasterio, como fieles seglares en medio del mundo actual.

La Adoración Nocturna, como toda una institución colectiva, fue establecida por primera vez en Roma. El Canónigo coadjutor de la Iglesia de Santa María in Via Lata, Doctor Don Giacomo Sinibaldi, que había concebido la idea de semejante fundación, en febrero de 1809 hizo el primer ensayo invitando a algunos otros compañeros de Cabildo a permanecer durante la noche velando al Santísimo, expuesto en su iglesia, en ocasión de tocarle el turno de las Cuarenta Horas. Repitieron la piadosa práctica el día de Jueves Santo y, fuera de la propia, en otras iglesias de Roma en varias noches. Se asociaron a Sinibaldi, en esta empresa eucarística, su colega, el canónigo Bonomi, también de Santa María Via Lata; el marqués Giovanni Patrizi y el caballero don Lorenzo Giustiniani, de la casa principesca de este nombre. Poco a poco se fueron uniendo a ellos algunos otros miembros del clero y personas seglares.

Imprimieron un opúsculo dando noticia de la obra iniciada, y como fuese grande el número de los que solicitaran ser en ella inscritos, se dio carácter de regularidad y permanencia de la misma. En la noche del 19 al 20 de noviembre de aquel año de 1810, se verificó la primera Vigilia regular en Santa María in Via Lata, que después fue repitiéndose todas las noches en las distintas iglesias en que estaba expuesto el Santísimo Sacramento en forma de Cuarenta Horas.

Al siguiente día, reunidos los cuatro primeros fundadores en el Palacio Giustiniani, determinaron las normas a que había de sujetarse la nueva institución y se constituyeron en Consejo Directivo, eligiendo Presidente al caballero Giustiniani, Camarlengo al marqués Patrizi, Consejero y síndico al Canónigo Sinibaldi y Secretario al Canónigo Bonomi.

Dividieron la noche en dos partes, con dos distintos grupos de adoradores, y acordaron que el turno de las Velas siguiese el orden sucesivo de las Exposiciones en forma de Cuarenta Horas.

Para informar y facilitar la práctica de la adoración, el Canónigo Sinibaldi escribió el Directorio que fue usado por primera vez, todavía manuscrito, en la Vela del 5 de diciembre de 1810, en San Pedro; impreso en 1815. Con escasas variaciones, es el mismo todavía de que hoy se sirven los adoradores nocturnos.

Como libro de meditaciones, después de varias tentativas y ensayos para componer uno expresamente para los adoradores, en 1831 se decidieron a utilizar las visitas al Santísimo, de San Alfonso María de Ligorio.

Toda obra que nace en Roma o que en Roma se establece, tiende naturalmente a la universalidad. Así acaeció con la Adoración Nocturna. Elevada al grado de Archicofradía por León XII en su Breve de 23 de abril de 1824, con la facultad de agregar y hacer partícipes de sus indulgencias y privilegios a otras asociaciones filiales, se unieron a ella en diversas épocas nuevas fundaciones de la Asociación (sic) Nocturna establecidas en Francia, España, Portugal, Inglaterra, Argentina, Bogotá, México, Montreal y hasta en Oriente (Aleppo).

En 1910, la noche del 19 al 20 de noviembre, en la misma iglesia en que tuvo origen la Adoración Nocturna, se celebró una solemne Vigilia para conmemorar el primer centenario de la obra. A media noche cantó la Misa Monseñor Bugarini. El Papa de la Eucaristía, Pio X, les bendijo por realizar una Obra tan santa merced a la cual, las horas que los hombres dedicaban al descanso y muchas veces al crimen, los asociados las consagran a la adoración de Jesús Sacramentado, centro de todo amor y fuente de toda gracia.

ADORACIÓN NOCTURNA MEXICANA

La Adoración Nocturna Mexicana (ANM) nació en Roma en 1809 durante el Pontificado de Pio VII. Su iniciador fue el sacerdote Santiago Sinibalde Canónico de Santa María. Su objetivo es la adoración del Santísimo Sacramento durante las noches y en el Santo Jubileo.

Su erección canónica como Cofradía, data del 23 de diciembre de 1815. Puesto bajo el patrocinio de la Santísima Virgen María y de San Pascual Bailón, y con sede central para todo el mundo en Roma.

¿CUÁNDO LLEGA A MÉXICO?​

Esta institución fue fundada en México el 5 de febrero de 1900, en el Templo Expiatorio Nacional de San Felipe de Jesús, donde radica su Consejo Nacional, y de ahí se extendió a otras partes de la República.

Cuatro años más tarde fue agregada a la Prima Primaria de Roma. Su Santidad el Papa Pío X el 29 de julio de 1913 la elevó a la categoría de Archicofradía, facultando a su Consejo Nacional para agregar a todas las asociaciones Eucarísticas que se estableciesen dentro del territorio mexicano con los mismos estatutos y el mismo títulos de Adoración Nocturna, a fin de que pudieran disfrutar de todas las gracias, indulgencias y privilegios concedidos por la Santa Sede.

¿POR QUÉ EN LA NOCHE?​

Jesucristo en el huerto de los Olivos, retirado del bullicio, en la soledad de la noche, eleva su oración al Padre Celestial y se prepara a sufrir los tormentos más atroces para redimirnos del pecado; allí pide por todos los pecadores, y por el mundo entero… por todos pide… a nadie excluye… y por todos sin excepción ofrece su Preciosísima Sangre que derrama hasta la última gota… ¿hasta la última gota?… pensemos en estas palabras… ¿por causa de nuestra negligencia y flojera se perderá en nuestro provecho, esta Preciosísima Sangre?… pensémoslo…

GRACIAS QUE SE OBTIENEN EN LA ADORACIÓN NOCTURNA

1) Recibir el Honor más grande que es el estar en contacto íntimo y frecuente con el Rey de Reyes.

2) Fortalecer el estado de Gracia por la oración, la Santa Misa, la Comunión y las Horas de Guardia, frente a Cristo nuestro Rey.

3) Tomar parte como buen cristiano en desarrollar el apostolado en su Parroquia.

4) Merecer para el cielo una gloria especial reservada a los hombres generosos que hayan velado a los pies del Divino Maestro, expuesto en el Santísimo Sacramento.

“Una hora de Adoración vale más que cualquier actividad – Nos dice el Papa Juan Pablo II-; aunque se trate de la misma actividad apostólica. ¡No dejéis nunca vuestra Adoración!” “Exhortamos pues a los que quieren pertenecer a nuestra Santa Obra, La Adoración Nocturna, que siendo ellos, adoradores del Padre en “Espíritu y en Verdad” (S. Juan 4,23) “Sean sal de la tierra” y “luz del mundo”, (S. Mateo 5, 13- 14), “Sean también fermento” (S. Mateo 13, 33), que con su espíritu de adoración transformes las comunidades cristianas.

Organizados en asociación nacional se llama “ADORACIÓN NOCTURNA MEXICANA”, y cuenta con más de tres millones de miembros en toda la República, cumpliendo con el compromiso de hacer oración al servicio de Cristo Sacerdote y Víctima por la salvación de los hombres.

LA BANDERA

La Bandera es símbolo de Jesucristo; por eso debe acompañarse por dos Adoradores con hachas encendidas en los actos de nuestra asociación; pero estando en la Real Presencia de Cristo Nuestro Señor, los porta-hachas deben abandonar el símbolo y hacer honor al Rey de Reyes, colocándose en los lugares que se les señalen en el Ritual según los actos.

SU GOBIERNO

Se gobierna mediante tres consejos jerárquicos: el Directivo de Sección, el Superior Diocesano y el Consejo Nacional. Cada Consejo tiene un Presidente, un Secretario, un Tesorero, un Jefe de Turno, un Secretario de Turno (estos dos últimos por cada turno), y por cuatro vocales, uno por cada integrante y para hacer sus veces.

En la actualidad, desde 1962, la “Federación Mundial de las Obras de la Adoración Nocturna de Jesús Sacramentado” reúne a asociaciones eucarísticas nacionales de todo el mundo.

¿QUÉ ES UN ADORADOR NOCTURNO?

Los Adoradores Nocturnos son todos los hombres, mujeres y niños, que voluntariamente juraron a Jesús Sacramentado, ofrecerle cada mes una noche de amor y sacrificio ante su Santísima presencia, en reparación de sus faltas y las del mundo entero.

EXISTEN TRES TIPOS DE ADORADORES NOCTURNOS:​

Adoradores Activos: Son todos los varones sacerdotes o seglares mayores de 18 años que se comprometieron a tomar parte en las Vigilias Nocturnas y velar una hora cada mes en la iglesia durante las noches, sin salir de las dependencias del templo, a imitación del mismo Jesús que ora en el Huerto y a semejanza de la guardia que custodia el palacio del monarca.

Adoradores Honorarios: Son todas las demás personas, hombres que por su edad avanzada, trabajo excesivo, atenciones de la familia, estudios o enfermedades, están impedidos a permanecer en la iglesia durante toda la noche, así como las mujeres y los niños, pero que gozan de todas las gracias y favores espirituales de la Adoración Nocturna.

Tarcicios e Inesitas: Llamados así en honor a los niños mártires de la Eucaristía, son todos los niños mayores de 10 años que han hecho su primera comunión y que conforman la vanguardia de la Adoración Nocturna.

Todos ellos juraron a Jesús Sacramentado en un acto Solemne, cumplir con el compromiso de otorgarle una noche de cada mes durante toda su vida, teniendo como testigos de su juramento al Sacerdote (representante de Cristo), a los demás socios de la Sección, a todos los hermanos de las secciones de la Diócesis representados en el Consejo Diocesano, y a todos los hermanos de las secciones del país representados en el Consejo Nacional que los acompañaron en esa noche (representantes de la Iglesia).

¿QUÉ GRACIAS OBTIENE UN ADORADOR NOCTURNO?

S. S. El Papa Pío X el 29 de junio de 1913 concedió a la Archicofradía de la Adoración Nocturna del Santísimo Sacramento, establecida en México, disfrutar de todas la gracias, indulgencias, beneficios espirituales y privilegios concedidos por los Sumos Pontífices a la Venerable Archicofradía Romana.

El Adorador Nocturno obtiene la dicha de tener un encuentro personal e íntimo con Jesús Sacramentado, “No hay nación por fuerte que fuera que tuviera sus dioses tan cerca como nuestro Dios está cerca de nosotros”, que lo recibe en audiencia privada, para saber de él, escucharle en sus necesidades y ofreciéndole su Cuerpo, Sangre, Alma, Divinidad y Humanidad.

Los Adoradores Nocturnos que hayan asistido a 144 Vigilias Ordinarias y Generales, recibirán el Título de Veteranos, como premio a su constancia y como estímulo para los demás hermanos.

A los Adoradores Nocturnos que hayan asistido a 250 Vigilias Ordinarias y Generales, se les conferirá el Título de Veteranos Constantes, honor máximo que puede recibir dentro de la Corporación, quedando sus nombres inscritos en el “Registro de Honor.

Estos Títulos se otorgan en ceremonia especial en la celebración del Cuerpo y la Sangre de Cristo, y le confieren al Adorador una mayor responsabilidad, ya que no lo exime del cumplimiento de sus obligaciones como tal.

El Adorador Nocturno aspira siempre a ser Adorador en la presencia Divina de Dios. La Adoración Nocturna Mexicana es una asociación espiritual de laicos que tiene por objeto rendir al Señor culto de Adoración y Alabanza, tributándole homenaje de amor y reparación por los pecados del mundo. Su espiritualialidad se expresa en el amor, sacrificio y expiación.

El adorador nocturno del Santísimo Sacramento adora a Dios en la Eucaristía y disfruta especialmente del regalo infinito que supone la presencia real de Jesús. Conversa personalmente con El, en su domicilio terrestre durante el silencio de la noche.

Como adoradores nos agrupamos en turnos, en los días de vigilias señaladas, cubriendo distintas horas de vela; debemos sentirnos dentro de la Iglesia, cumplidores de la misión que Cristo le encargó cuando pidió que oráramos ininterrumpidamente.

La espiritualidad propia del adorador nocturno trata de imitar a Cristo, adorador del Padre, que durante su vida mortal oraba frecuentemente de noche y que ahora perpetua con su intercesión y sacrificio redentor en la Eucaristía. Por tal razón el adorador abandona las comodidades del hogar, el calor de su familia para ir a rezar una noche en el templo en medio de muchas incomodidades, sufriendo las inclemencias del templo; se sacrifica por sus hermanos, por seres desconocidos, entregados si se quiere a la disipación, al pecado y hasta el crimen.

Habla el Papa Pío VI al respecto: “Los institutos y asociaciones que por peculiar ley, confirmada por la Iglesia, se les ha encomendado el deber de dar culto de Adoración al Sacramento de la Eucaristía, (como es el caso de la Adoración Nocturna) sepan que realizan un oficio preclarísimo y en nombre de la Iglesia” (1969).

“Sabemos bien amados hijos, que pasando largas horas junto a Jesús Sacramentado, vigilando en oración mientras el mundo exterior descansa, quereís dar a vuestra vida el complemento sobrenatural que la sublima, la enriquece, le da una nueva dimensión. Os expresamos nuestra complacencia y os alentamos en ese camino” (1975).

Habla Mons. Enrique R. Salazar: “Entre los privilegios luminosos que vienen a enriquecer nuestra amada obra de Adoración Nocturna, en la misma Constitución sobre la Liturgia se encuentran los siguientes: Los miembros de cualquier instituto de Estado de perfección que en virtud de las constituciones rezan alguna parte del Oficio Divino, hacen oración pública de la Iglesia.

Por una tradición cristiana antigua, el Oficio Divino está estructurado de tal manera que la alabanza de Dios consagra el curso del día y de la noche y cuando los sacerdotes y todos aquéllos que han sido destinados a esta función por institución de la Iglesia, cumplen debidamente ese admirable cántico de alabanza, o cuando los fieles oran junto con el sacerdote en la forma establecida, entonces es en verdad la voz de la misma Esposa (La Santa Madre Iglesia) que habla al Esposo; más aún, es la oración de Cristo, con su Cuerpo, al Padre”

A partir de su fundación, todos los Sumos Pontífices han sido adoradores. Pío VII, León XII, Pío VIII, Gregorio XVI; Pío IX siendo Papa, quiso expresamente inscribirse en la Adoración Nocturna y no se diga del Eucarístico, hoy San Pío X; León XIII la enriqueció, con singulares favores; Benedicto XV fue su Presidente, antes de ser elevado a la Cátedra de San Pedro; Pío XI y Pío XII demostraron su especial afecto hacia la Adoración Nocturna mandando imprimir a sus propias expensas el Ritual de la misma, con la traducción al italiano. Su Santidad Juan XXIII vio con suma complacencia el desarrollo de la Adoración Nocturna en México.